martes, 29 de septiembre de 2009

Integrar las artes en los estudios académicos favorece el desempeño de los estudiantes

Niños con dificultades se benefician especialmente de la integración del arte

La artista docente Kimberli Boyd dirige un taller para maestros del programa CETA
Por Jeffrey Thomas
Redactor



Washington — El año 1999 los directores de cinco escuelas se entrevistaron con funcionarios del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, en Washington, para pedirles ayuda en el establecimiento de un plan para integrar las artes en el programa académico de sus escuelas. Las escuelas y el Kennedy Center, que además de ser un centro para la presentación de artes escénicas es una institución cultural y educativa, trabajaron en conjunto para elaborar el programa denominado Cambiar la Educación por medio del Arte (CETA), que se ha convertido en un modelo tanto para la integración de las artes en las escuelas como para el avance profesional de los maestros.
¿Qué significa la integración artística? El saber cómo contestar esta pregunta fue el primer desafío para los maestros escolares. Una respuesta surgió entre los alumnos del tercer curso en la Escuela Primaria Bailey, en el condado de Fairfax, Virginia, explorando conceptos y vocabulario compartido por la danza y la ciencia. Estudiaron energía, patrones y ciclos y crearon una danza que se aplicaba a su experiencia.
Para integrar el arte con la lectura, otra clase de tercer curso en la escuela, leyó en voz alta un libro sobre cómo Martin Luther King Jr. trabajó para defender la igualdad de derechos para toda la gente y luego los estudiantes hicieron un cuadro, una imagen congelada, conectando los hechos para crear una “Muestra de diapositivas del cuadro”.
Integrar las artes con los estudios sociales fue el tema que les tocó a los estudiantes de cuarto año en la escuela Bailey, con la lectura y debates sobre los abolicionistas de la esclavitud con actividades como el análisis de temas en artes visuales relacionados con la esclavitud, escribir poemas y hacer breves actuaciones teatrales.
Estas escuelas ya estaban integrando las artes, pero querían profundizar el impacto y ampliar la participación de los maestros en sus escuelas, según Amy Duma, del Centro Kennedy, y Roger Tomhave, coordinador de bellas artes en las Escuelas Públicas del Condado de Fairfax.
Una comparación limitada ha revelado que los estudiantes del programa CETA mostraron importantes mejoras en su desempeño académico no artístico, incluyendo los puntajes en las pruebas de inglés e historia, y en la calificación de sus esfuerzos, de acuerdo al sitio electrónico del distrito escolar.
Maestros del programa Cambiar la Educación por medio de las Artes en un taller
Para el año 2008 ya había 11 escuelas del condado de Fairfax, con un total de 10.200 estudiantes, participando en el programa CETA.
En la mayor parte de las escuelas participantes, el programa CETA ha alcanzado un “punto gratificante”, de acuerdo a Duma y Tomhave. “La mayor parte de los maestros están integrando las artes con otro programa académico con regularidad. Los maestros también colaboran más entre sí y especialmente con los especialistas en arte en sus escuelas. La participación y la motivación estudiantil para estudiar ha aumentado. En general se ha producido un impacto positivo en la calificación de los exámenes, pero gran parte del impacto en el aprendizaje en profundidad no se mide con pruebas estandarizadas. Notamos especialmente que los estudiantes del idioma inglés y los estudiantes en programas de educación especial se benefician aún más con la integración de las artes”, dijo Tomhave.
Los maestros que no están en alguna de las once escuelas del condado de Fairfax pueden poner al alcance de sus estudiantes los beneficios del programa CETA, tomando uno de los cursos o talleres dirigidos por los educadores de arte en CETA. El Centro Kennedy ofrece unos 60 cursos y talleres como parte del programa CETA a más de 700 maestros de toda el área de Washington. Los maestros generalmente asisten como un equipo de una escuela particular, participando en cursos que se enfocan en la integración de la danza, el drama, la música, las artes visuales, poesía y la narrativa con artes lingüísticas, estudios sociales, ciencias y matemáticas. Los artistas de CETA también van a las aulas para entrenar a los maestros.
El programa sigue evolucionando y ampliándose. “Nuestra misión y nuestras metas siguen siendo las mismas desde el comienzo aunque cada año se aplican revisiones y ajustes al programa según sugerencias de maestros, directores, especialistas en arte, coordinadores en bellas artes, personal del Centro Kennedy y de maestros de arte de toda la región metropolitana de Washington”, aseveró Tomhave.
Hay una lista de espera para las escuelas interesadas en participar en el programa, añadió. “Ahora mismo estamos al límite en la cantidad de escuelas con las que podemos trabajar. Sin embargo estamos comenzando a compartir con otras comunidades y escuelas para ver cómo establecen en sus escuelas un programa modificado de CETA. El Centro Kennedy auspició una conferencia nacional CETA con las escuelas participantes en todo el país. Se modificará el programa para sus escuelas, para que tenga éxito en un ambiente local”, dijo.
El programa CETA tiene algunos costos, el pago por los talleres y los cursos, compensación para los sustitutos de los maestros que asisten a ciertos cursos, y el precio del material adicional. Sin embargo Tomhave está convencido de que el programa “vale cada centavo” que el Centro Kennedy y las Escuelas Públicas del Condado de Fairfax ha puesto en ello.
Tomhave agregó que cuando visita a las escuelas CETA “el ambiente es positivo, alegre, contagioso”.
“Se trata de ayudar a los estudiantes a aprender. El producto secundario es que el maestro se entusiasma con la enseñanza y las escuelas se convierten en centros de estudio que colaboran. CETA está ayudando a configurar la escuela del siglo XXI”, afirmó.